martes, 13 de noviembre de 2007

Salvajes civilizados



Se apuntala el planeta
el Sol se derrite, la luna se agrieta, la lluvia destiñe,
riñen el trueno y la tormenta, se extingue el aroma.
La brisa se encierra,
los ríos son cloacas
que se chuta la tierra.

Y el desierto avanza
... con la boca abierta.
Nubes con coraza...
la selva en maceta.

…Y evoluciona el hombre:

conquista, construye y no respeta,

colecciona desastres,

¿qué dejará de herencia?


Su justicia, su paz, su libertad

se ensucian, se negocian;

se compran, se venden

estudios, trabajo, rutina perpetua,

políticas de barro, religiones y armas…


…Y guerras con sus negocios de cultivos de miseria,

privilegios que tocan fondo y con odio se alimentan.

La razón pierde el control, la tragedia entra en escena,

y corre la solución porque le apedrea el problema.


Dictaduras que duran… y no se estropean.

Democracia con gracia… pues que no te vean.


La vida es un charco

que un día cualquiera sin más se seca,

el tiempo, viejo, sabio,

arruga sin piedad pellejo y conciencia,

la muerte, eterna, puntual,

de ventaja nos da una vida entera,

la puedes esquivar

pero al final nos besa…


Y otro peldaño… de esta escalera

que son los años… y lo que les cuelga.


Todo gira en torno al capital: fábrica de pobres.

La dulzura se hace amarga y la verdad, ¿por qué se esconde?

La ciencia se vuelve a columpiar, la mente zozobra.

La virtud tiene defectos y a la amistad el interés le sobra...


Se cocina otro atraco a la entidad… de los sueños rotos

y baila el jodido bienestar… sólo pa unos pocos,

y a los demás… penas y pan duro.

Y a los demás… que les den por culo...










"[...]-Creí que no llegábais –comentó don Francisco de Quevedo.
-Tuve un tropiezo –repuso el capitán, acomodando la espada al sentarse.
Olía a sudor y a metal, como en tiempo de guerra. Don Francisco reparó en la manga manchada del jubón.
-¿La sangre es vuestra? –preguntó solícito, enarcando las cejas tras los lentes.
-No.
Asintió grave el poeta, miró a otra parte y no dijo nada. Como él mismo había sostenido alguna vez, la amistad se nutre de rondas de vino, estocadas hombro con hombro y silencios oportunos.[...]"

No evoluciones nunca,nen...